EL LIBRO DE NUESTRA VIDA LO ESCRIBIMOS CON EDUCACIÓN

No creo un segundo que estemos juntos por consecuencia de la casualidad sino por la causalidad, ¡por un accidente cósmico! había un proyecto para nosotros, un encuentro marcado al cual no faltamos y la vida a partir de allí, nunca más fue la misma.

En esta desventura en la que nos encontramos navegando no podemos estar a la deriva y sí, debemos prepararnos y estudiar cada día para entender y enfrentar con facilidad los desenlaces notables de lo que sucede en el mundo, dejando atrás las heridas que se sufren y consiguiendo sanarlas con una actitud que se interioriza en cada ser para conseguir una vida feliz.

Nelson Mandela, en una de sus más de 250 cartas escritas durante los 27 años de prisión, decía que “no hay ninguna persona, que conozca, que esté contenta de tener problemas, es comprensible puesto que los problemas interfieren a menudo con los planes, placeres y la felicidad de uno”.

Lo dicho por Mandela será un desacierto humano si nos dejamos descorazonar por las dificultades o contratiempos que vivamos. Es por ello que debemos trabajar más duro en nuestros estudios, no podemos abandonar la batalla porque estos tiempos adversos siempre llegan y se van, dejan víctimas heridas o debilitadas, pero también listas y preparadas para enfrentar los nuevos tiempos.

Hoy, nuestros jóvenes son mejor educados, están más conectados con el mundo, cada vez tienen más acceso a nuevos conocimientos y a otras culturas; ellos pertenecen a una generación más diversa y consciente de proteger el medio ambiente, y sobre todo, se sienten más responsables frente a lo que sucede en nuestro entorno político, económico y social.

Estamos en un ciclo en el que la competencia es intensa, y a veces despiadada, por eso es necesaria la formación de profesionales productivos y competitivos, solo los mejores tendrán la recompensa que está reservada para quienes se sometieron al entrenamiento más duro y a la disciplina que los coaccionó para conseguir las más altas calificaciones en sus respectivas áreas de estudio.

Es por esto que el propósito que nos inspira en nuestras Unidades Tecnológicas de Santander es el de brindar educación de alta calidad, no para preparar estudiantes que realicen y cumplan solo tareas y pruebas, sino con el propósito de asegurar que sean más competitivos e integrales, para que como profesionales, ofrezcan soluciones que mejoren la calidad de vida de su sociedad.

Bajo este propósito quiero expresar a toda la comunidad uteísta mis agradecimientos por seguir en el proyecto que iniciamos, y sé que con disciplina, vamos a conseguir que nuestras UTS se consoliden como la institución de educación superior que más ha evolucionado en Santander en los últimos años, manteniendo la visión de formar profesionales que afronten los retos que la vida nos va revelando cada día.

De esta manera, en estas aguas en las que estamos navegando, nos hemos ido adaptando al mundo tecnológico, en un escenario donde las personas tuvieron que cumplir sus objetivos a través de la conectividad y la cooperación. Situación que se pudo prever en nuestra Institución gracias a que en los últimos años logramos acelerar a un ritmo que nos permitió alcanzar y alinear los nuevos retos tecnológicos que hoy exige el mundo académico.

La comunidad académica de las UTS evidencia lo importante que es superar esos límites tecnológicos, es por eso que en la actual situación se exponen términos como transformación, evolución, resiliencia, adaptación, entre otros, que nos llevan a reflexionar sobre la dinámica de nuestras vidas y las oportunidades que se abren para los jóvenes innovadores y emprendedores que se encargarán de encontrar soluciones y tomar las decisiones sobre momentos como los que estamos viviendo.

Finalmente, se podría decir que la vida es como un libro, donde todos los días escribimos algunas líneas que se convierten en parágrafos y luego en páginas grabadas con la tinta de la vida que se encargará de enseñarnos el camino que nos llevará hacia la felicidad tras alcanzar las metas deseadas.

Esas páginas escritas con esa pluma que es más poderosa que cualquier otra arma, dependen solo de nosotros, de los sentimientos, pensamientos y reflexiones que hacemos, y particularmente, de la forma como interactuamos con la naturaleza y con nuestros semejantes.

Nosotros somos los autores de nuestra propia historia. Por ello, es que todos nos estamos preparando para avanzar en la realidad tecnológica y para formarnos como personas integrales, donde por encima de cualquier máxima, estarán los valores y principios para convivir en una sociedad equitativa. La transformación no está en las instituciones, se encuentra en todos los que hacemos parte de ella.

Con afecto,

Prof. Dr. Sc. Omar Lengerke Pérez