LA EDUCACIÓN BÁSICA

Desde hace algún tiempo había querido escribir algunas experiencias y vivencias que he tenido los últimos años como estudiante, ingeniero, profesor, rector y servidor público, en búsqueda de una esperanza en nuestro departamento.

Nunca me imaginé en mi vida, conocer historias y personas del mundo académico y político y hoy me siento afortunado de compartir experiencias y situaciones vividas con cada uno de ellos, gracias a mi responsabilidad como Rector de una institución que por siempre y en especial hoy, es referente de nuestro departamento. Conocer apellidos por mi trabajo, por mi familia, por mi amistad, por mi responsabilidad social, desde la A la Z.

ha sido fundamental para, como lo escribe Benjamín Bloom en la taxonomía de la educación: conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar, cada una de las misiones que han tenido esas personas en nuestras vidas y en nuestro departamento.

Desde que regresé de mis estudios de Doctorado a nuestro país, como decimos “a hacer patria”, me propuse conocer y comprender cómo funcionan las entidades de nuestro departamento, cuáles son sus limitantes y sus obligaciones con nosotros los ciudadanos. Es un ejercicio bastante interesante, pues han sido años como si estuviese nuevamente estudiando y aprendiendo cada día de lo que es la responsabilidad social y cómo conseguir tener un departamento, una sociedad, una comunidad, una humanidad cada vez más equitativa (difiere en aspectos de fondo en igualdad y proporcionalidad).

En muchos municipios de Santander hay miles de alumnos que difícilmente llegarán a tener una educación de calidad, y esto es algo que me preocupa y ocupa. La debilidad que tenemos en los procesos educativos en la educación básica primaria y secundaria pública es tal vez, la génesis de las capacidades que tienen nuestros jóvenes y la desventaja que poseen con aquellos que estudian en algunos buenos colegios privados, que entienden que la educación no es solo cobertura, sino lo principal es su calidad. Nuestros estudiantes de colegios públicos, y aquellos que tienen la oportunidad de seguir sus estudios superiores, ingresan con grandes deficiencias en matemáticas, lectura, escritura e idiomas extranjeros. No comprendo aún, por qué ningún gobierno ha realizado un buen plan prospectivo para articular los subsistemas del sistema educativo, de forma que entre todos encontremos soluciones para tener alta calidad educativa en la educación primaria y secundaria.

Nos quedamos en programas de adquisición de plataformas, herramientas tecnológicas, inversiones bajas en infraestructura física, pero hemos olvidado uno de los recursos fundamentales para obtener esa alta calidad, como son los profesores. Es a partir de allí, que conseguimos en las UTS hoy avanzar en los procesos de alta calidad educativa. Es en los colegios, donde debemos darle la importancia a los profesores, que sean ellos los generadores y difusores del conocimiento, y que el compromiso de ellos sea fundamental con una responsabilidad, de profesores, que profesan la verdad.

Prof. Dr. Sc. Omar Lengerke Pérez