Para navegar y llegar a un puerto en medio de las tormentas se necesita principalmente un mapa, una brújula y un timón. Ante la presente situación tenemos una gran responsabilidad que nos obliga a ser proactivos, es decir, orientar nuestra actitud hacia el cambio para convertir la incertidumbre en confianza y para ello es necesario detenernos, recordar y transformar el “mundo de la vida” en cuanto a los actos culturales, sociales e individuales como lo decía el filósofo alemán Edmund Husserl.
No obstante, para lograr el cambio es importante identificar las causas, sin embargo, en este momento de emergencia sanitaria existe una gran preocupación y es que aún no sabemos a ciencia cierta, cuál es el origen de la pandemia.
Esto es desalentador porque se pone en duda la honestidad de los gobiernos, aparecen teorías sobre conspiración y se revela la lucha de poderes de quienes ostentan su capacidad económica. Es cierto, que el mundo no nos está horrorizando por casualidad sino por causalidad.
Este es el momento de buscar la cooperación entre las naciones para desarrollar una solución que enfrente la pandemia con ayuda de la ciencia y la tecnología, esta será la única esperanza que nos permitirá tener el ánimo y la tranquilidad para retomar nuestras actividades con normalidad, no de manera igual, sino con más fortaleza y consciencia sobre lo vulnerables que somos y para valorar más nuestra vida y la de los seres que nos rodean.
Estas inferencias no son otra cosa que un análisis sobre los dilemas actuales y una invitación a transformar el futuro. Como lo expresa en su libro Homo Deus, el profesor y escritor israelí, Yuval Noah Harari, “Los historiadores estudian el pasado, no con la finalidad de repetirlo, sino con la de liberarnos del mismo” y por ello, estamos invitados a enfrentar cambios en los paradigmas desde diversos sectores.
Es así como nos encontramos ante una evidente oportunidad para aquellos creativos e innovadores rebeldes que durante años han creído en un mundo mejor, gracias a que convirtieron sus ideas visionarias en realidades disruptivas y lograron, junto con un equipo de trabajo, consolidarlas y materializarlas en grandes soluciones para la humanidad y en oportunidades de negocios.
Algunos de estos innovadores, que han sido ejemplo para la humanidad por sus creaciones en especial en el área tecnológica con desarrollos que hoy hacen parte más que nunca de nuestras vidas, son: Ada de Lovelace, Charles Babbage, Vannevar Bush, Alang Turing, Howard Aiken, John Mauchly, John Atanasoff, J. Presper Eckert, Jean Jennings, Grace Hopper, Betty Snyder, John Von Newman, John Bardeen, William Shocley, Walter Brattain, Robert Noyce, Nolas Bushnell, Doug Engelbart, Alan Kay, Jack Kilby, Paul Allen, Bill Gates, Steve Wozniak, Steve Jobs, entre otros.
Así como ellos, todos debemos buscar esa oportunidad con dedicación y esfuerzo para cumplir no solo con nuestros sueños, también con el deber de servir a los demás. Por eso se hace necesario revisar cuáles son esos proyectos que han sido el resultado de horas de estudio que se convertirán en un saber que estará al servicio de la transformación y el progreso de la sociedad.
Este sin duda ha sido el propósito de nuestros estudiantes de las UTS durante los últimos años, y de la misma manera, esperamos que de la mano de sus docentes sigan transitando por esa senda con una elevada dosis de humildad, rigor, disciplina y paciencia, actitud que bien expresa el poeta portugués Fernando Pessoa en el verso “¿Piedras en el camino? yo las recojo, las guardo y un día voy a construir un castillo”.
Los estudiantes uteístas hoy están llamados a seguir adelante, porque a pesar de las circunstancias, el futuro no se detiene. Ellos serán los próximos innovadores obstinados por impulsar sus ideas, esa será su gran responsabilidad, y con el conocimiento y las herramientas que han adquirido en esta Institución, sin duda conseguirán volar muy alto para llegar hasta donde solo los mejores y los más competitivos logran alcanzar el éxito.
“Aprovecha, dicen que la universidad es la etapa más bonita en la vida”, muy seguramente muchos de ustedes han escuchado esta frase, y tienen la razón los que la pronuncian, porque hoy junto a mi familia, colegas, docentes y estudiantes, puedo decir que, como resultado de esa bella época, muchos hemos logrado cumplir nuestros sueños más anhelados y nos ha permitido llegar a los puertos deseados y servir a esta institución que también ha sido nuestro hogar llamado las Unidades Tecnológicas de Santander.
Con afecto,
Prof. Dr. Sc. Omar Lengerke Pérez